Optimizando la producción Ganadera: Distintas estrategias de pastoreos racionales 

Plan Agropecuario 

Ing. Agr. Juan Andrés Moreira da Costa 

La producción ganadera en el Uruguay se realiza sobre pasturas naturales o sembradas en un entorno ecológicamente cuidado. Frente a este recurso tan singular, los productores buscan constantemente innovar mediante otras tecnologías que impacten positivamente en la mejora de los resultados, sin descuidar las cualidades del medio ambiente productivo.

Una de las herramientas que atrae a muchos productores ganaderos son los denominados «pastoreos racionales». Estas estrategias de manejo del pasto, generalmente identificadas con rotaciones frecuentes del ganado sobre un alto número de parcelas, no son nuevas y están siendo retomadas por estas regiones debido a los fantásticos logros obtenidos, sobre todo en otros países en zonas de climas tropicales.

La divulgación de tales experiencias, inspira a muchos productores uruguayos  a que adopten tales métodos en sus sistemas. Tal es el interés mostrado que en cada jornada de campo sobre el tema se registran récords de asistentes, así como en charlas, o en los cursos dictados por el Plan Agropecuario, «Introducción al Pastoreo Racional».

Los sistemas ganaderos

Los sistemas ganaderos, están integrados por cuatro dimensiones que interactúan entre sí: el recurso pastoril, los animales, el ambiente productivo y la dimensión humana.

Se destaca la relevancia del pasto como factor determinante en la producción de carne, subrayando la necesidad de comprender a las plantas y al proceso de la fotosíntesis para determinar el manejo correcto. Sobre ese recurso coexisten los rumiantes destacándose por la necesidad de consumir fibra de una constante calidad nutritiva en la búsqueda del objetivo supremo, satisfacer las exigencias del ganado. Por otro lado, es imperioso conocer íntegramente a los sistemas de producción, desarrollados sobre ambientes tan diversos, como forma de realizar una gestión eficaz y eficiente.

Por último, se destaca la dimensión humana, la que se presenta como el factor clave que determina las distintas estrategias de cosecha y el éxito en el manejo del pastoreo.

La dimensión humana es el factor más importante que lo hace todo diferente. Es el hombre en definitiva quien determina las mil y una estrategias de cosecha del pasto. Cada pastoreo varía en la intensidad o en la selectividad que se le permita al ganado. El manejo de la altura remanente luego de un pastoreo incide en la temperatura del suelo, por lo tanto, conocer las consecuencias de la profundidad de un pastoreo es un factor que incide en la respuesta de recuperación del perfil. La selectividad que se le permite al ganado es otro factor de manejo que hace a la diferencia entre distintos pastoreos.

«Para manejar racionalmente un pastoreo, no hay recetas, solo existen principios y conceptos que, bien aplicados, resultan favorables» (Pinheiro Machado).

«Un modelo de pastoreo racional no solo está definido por la multiplicación de parcelas. No es solo dividir con alambrados. El diseño parcelario es solo el principio de un esquema productivo mucho más complejo en el que el gestor del pasto es el que decide» (Pinheiro Machado).

La racionalidad en el manejo del pasto parece tener un alcance mucho más amplio que la mera definición de lo que significa un método de pastoreo. La racionalidad está vinculada con los conocimientos sobre una cadena de variables que interactúan de manera dinámica en la producción de un sistema ganadero.

La Racionalidad en las decisiones

Por definición, la racionalidad está referido a la capacidad de pensar, entender y tomar decisiones de manera lógica y basada en la razón. Implica la habilidad para analizar situaciones, evaluar información y llegar a conclusiones fundamentadas. La racionalidad implica el uso de la lógica y la evidencia en lugar de depender únicamente de emociones o creencias irracionales.

Es importante destacar que, aunque la racionalidad es un ideal, las decisiones humanas a menudo están influenciadas por factores emocionales, sociales y contextuales. La interacción entre la racionalidad y otros aspectos de la cognición humana es un tema complejo y ampliamente estudiado en la psicología y la filosofía”.

Ello motiva a las siguientes reflexiones:

¿Existe un método de pastoreo que no sea racional? 

¿En función de qué objetivos se mide la racionalidad de un pastoreo?

Cada productor, guiado por sus objetivos, implementa el método de pastoreo que considera más adecuado. Podría decirse que coexisten tantos métodos de pastoreo como productores, e incluso un productor puede aplicar más de una forma de manejo del pasto simultáneamente.

En realidad, cada productor persigue metas diferentes, por lo que también el balance de gestión se hace de forma diferente. Esto puede explicar, por qué bajo ciertas circunstancias, se observan “sobrepastoreos”, en determinados esquemas. Ese pastoreo intenso aplicado esporádicamente, que parece pecar de «irracionalidad en el manejo», termina siendo indiscutiblemente racional en el logro de metas.

Por el solo hecho de aplicar ciertas leyes teóricas bajo un determinado método de pastoreo, no garantiza que se logren las metas propuestas.

La racionalidad aplicada en el manejo del pasto no es exclusiva de un solo método de pastoreo. Existen muchos métodos de pastoreo, y todos presumen de su racionalidad. La ganadería en el Uruguay desde sus inicios, ha sido manejada bajo el método de pastoreo “continuo”. Este método de pastoreo tradicional aplicado por largo tiempo no ha sido causa de degradación ambiental. O sea que el pastoreo continuo bien realizado también es racional.

La forma en que se maneja el pasto o el “método de pastoreo”, son herramientas que combinadas con otras tecnologías contribuyen a la mejora de los resultados de un sistema productivo.

«El solo hecho de subdividir el campo no se traduce necesariamente en una mayor producción. El mayor impacto provocado por las subdivisiones es la planificación del pasto disponible para cosechar. Es casi como hacer una proyección lineal en Excel» (Diego Varalla, 1er Congreso de PR, Durazno 2023). Aplicando la metodología del Pastoreo Racional Voisin (PRV), se visualiza con mayor claridad el objetivo productivo.

En la realidad, se destaca que la percepción de los productores sobre la efectividad de los métodos de pastoreo varía. Aunque el entusiasmo por los pastoreos rotativos es evidente, se advierte sobre la necesidad de considerar la interacción de otras variables tecnológicas en la evaluación de resultados productivos, como mejoramientos forrajeros, fertilizaciones, suplementación con granos y el sistema ganadero en general.

Este artículo pretende abordar al concepto de racionalidad aplicado a la gestión del pasto, enfocado en las formas de pastoreos como herramientas de manejo.

Tenemos frente a nosotros el enorme desafío en determinar las ventajas comparativas por aplicar ciertas inversiones en los campos con el propósito de mejorar la forma en que se produce.

Todavía no se ha cuantificado con qué magnitud inciden los métodos de pastoreo en la producción de carne de un sistema, ni se ha determinado si existen ventajas comparativas entre los distintos métodos.

Pero, más allá de los métodos y las tecnologías, parece ser que es el factor humano a través de su visión sistémica el que determinará la racionalidad en el  manejo del pasto.

Ningún método de pastoreo es la panacea, sino que son solo instrumentos, que bien aplicados y combinados con otras tecnologías, contribuirían a la mejora de la producción ganadera y al cuidado del medio ambiente.

La ganadería se salva con la aplicación de muchas tecnologías combinadas. No existe una única salvadora. (Jorge Acosta-Seminario de Pastoreo Racional-Durazno-2023)

En ese sentido, sentimos una gran necesidad de capacitación, sobre un tema tan apasionante y que encierra tantos componentes de la biología y del ambiente, que todavía debemos cuantificar con claridad.

“La aplicación más o menos correcta de los principios del pastoreo racional, los aportes más o menos cuantiosos de abonos, la mejora progresiva del tapiz forrajero, la naturaleza misma del suelo y del clima, etc., determinarán la carga posible de ganado” (Voisin).

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