Sembrando futuro en el campo y en comunidad: la experiencia de la Escuela de Alternancia de Cerro Pelado
Dra. Betina Coppola
Plan Agropecuario
Visitamos la Escuela de Alternancia de Cerro Pelado, anexo de la Escuela Agraria de Pirarajá de la DGETP, bajo la dirección del Prof. Juan Carlos Piñeiro. El anexo está ubicado en el paraje Cerro Pelado, en la 7ª sección del departamento de Lavalleja, a 35 km de Minas. Allí dialogamos con su coordinadora, la Lic. Andrea Rodríguez, quien nos comentó cómo se generó esta propuesta, las actividades que se desarrollan y la potencialidad de la educación en alternancia en el medio rural.
Andrea, ¿por qué, cómo y cuándo se inició el proyecto de la Escuela de Alternancia de Cerro Pelado?
Comenzando con un poco de historia: en el predio donde hoy funciona la Escuela de Alternancia, desde 1889 funcionaba la escuela primaria Nº 10 (en su época solo de varones). Luego funcionó la escuela rural primaria Nº 61 (mixta) hasta el año 2001, momento en que se cerró por la poca cantidad de alumnos en la zona. El predio, que había sido donado en su época por un vecino, iría a remate.
Cuando ocurrió esto, los vecinos manifestaron un fuerte interés en mantener este local como centro educativo público en la zona, por su historia y lo que representaba para ellos esa institución. Tal motivación llevó a realizar diversas gestiones con muchas instituciones públicas a lo largo de los años, hasta que los vecinos conformaron la organización civil Creciendo entre Serranías, con personería jurídica.
En 2009 se logró detener el remate y proyectar un comodato a cargo de la asociación civil y la comunidad. Tras un proceso de trabajo, se generó la propuesta de crear una Escuela de Alternancia con internado, para que aquellos alumnos que egresaban de la escuela rural pudieran acceder a la educación secundaria, ya que muchos no podían ir a la ciudad a continuar sus estudios por diferentes motivos.
En mayo de 2012 se iniciaron las clases con el primer grupo (lo que sería hoy séptimo) y, al año siguiente, se fueron sumando los demás grupos hasta conformar toda la propuesta educativa.
¿Qué cursos ofrece y cuál es el público objetivo?
La propuesta educativa actual incluye 7º, 8º y 9º de Educación Básica Integrada, donde se dictan las mismas asignaturas de la EBI más actividades agrarias y propias de las propuestas de UTU, como taller agrario, visitas de estudio, CEF y tecnología, entre otras.
Funciona en modalidad de alternancia, donde una semana concurre el grupo de 7º y otra semana lo hacen 8º y 9º. La semana que los alumnos están en su casa tienen clases virtuales, que buscan dar continuidad a las actividades pedagógicas y reforzar los contenidos trabajados en las instancias presenciales.
La población estudiantil está compuesta principalmente por alumnos del medio rural o de puntos alejados, que sin la posibilidad de residencia o internado tendrían muchas dificultades para continuar sus estudios luego de la escuela rural, lo que muchas veces desestimula e incluso puede truncar la trayectoria educativa.
¿Con qué infraestructura se cuenta y cuál es la capacidad de alojamiento?
La escuela funciona en un predio de 3,6 hectáreas con suelo característico de la zona, con afloramientos rocosos y monte nativo.
En cuanto a la infraestructura, que se ha ido acondicionando y reformando con el paso de los años, hoy se cuenta con una residencia con capacidad para 24 estudiantes varones y 12 mujeres. También dispone de sala de informática, biblioteca, dos aulas, sala docente, cuatro baterías de baños prefabricados con duchas, salón comedor de uso múltiple y otro comedor-cocina.

¿Cuántos funcionarios y docentes trabajan en la escuela?
La escuela cuenta con 21 docentes, una cocinera y una auxiliar de limpieza. Dentro del plantel docente hay un equipo de internado diurno y nocturno.
¿Qué actividades desarrollan los alumnos en la institución?
Si bien se trata de una pequeña superficie, permite desarrollar proyectos productivos como invernáculo, huerta para consumo del comedor, huerta de plantas aromáticas, gallinas ponedoras y dos vacas. Actualmente hay ocho caprinos en ordeñe; la leche se consume o se utiliza para elaborar dulce de leche, queso y yogur destinados al comedor.

En breve comenzarán a enviar dulce de leche —elaborado 100 % con leche de cabra— al local de ventas de UTU Central, lo que representa un orgullo y una gran motivación.
Hace dos años se creó una cabaña de caprinos de la raza Saanen, para lo cual se incorporaron varios ejemplares puros. Ha sido una experiencia de muchos aprendizajes y motivación para los estudiantes. Hoy la cabaña cuenta con 18 caprinos puros Saanen, más los nacimientos de este año. Se ha participado con la cabaña en la Expo Campanero y se aspira a participar en la Expo Prado en 2026.

También se trabaja sobre el patrimonio cultural, histórico y ambiental de la zona, la biodiversidad y las nacientes del río Santa Lucía. Esta región, rica en historia y naturaleza, permite realizar salidas didácticas y reconocer maravillas como el monte nativo y los senderos.
La zona está en pleno auge de emprendimientos turísticos, lo que abre nuevas oportunidades para los estudiantes. Como el predio es pequeño, se busca trabajar con propuestas replicables en predios familiares o de pequeña escala, ya que muchos estudiantes son hijos de pequeños productores o asalariados. Así, pueden pensar en actividades que diversifiquen los ingresos cuidando el ambiente y valorando el patrimonio cultural e histórico del lugar.
¿Es una escuela inclusiva?
Siempre se ha realizado un gran esfuerzo por parte del equipo, las familias, la comisión de fomento y las instituciones en red, para dar respuesta a las necesidades de todos los estudiantes.
¿Cómo es la continuidad educativa de los estudiantes?
Cursar los tres años de Educación Básica Integrada en alternancia les permite continuar sus estudios donde lo deseen. Muchos eligen seguir en la Escuela Agraria de Pirarajá; otros en el Liceo de Mariscala, la Escuela Técnica de Minas o el Liceo Fabini, según su lugar de residencia o sus intereses de formación.
La Escuela de Cerro Pelado ha sido determinante para que muchos jóvenes pudieran estudiar y proyectarse a futuro con mayores oportunidades. En los primeros años se recibieron jóvenes que ya habían finalizado primaria rural uno o dos años antes y no habían podido continuar sus estudios. Contar con internado fue fundamental.
Hoy, por ejemplo, una de aquellas alumnas es docente egresada y trabaja en el centro educativo. A lo largo de estos años se han realizado múltiples charlas y actividades abiertas a la comunidad y a productores, que revitalizan la zona y aportan nuevas ideas y formas de trabajo.
Los jóvenes rurales son motivo de esperanza: es fundamental que puedan visualizar oportunidades que les permitan desarrollarse en su medio si así lo deciden.
La modalidad de alternancia va más allá de brindar una propuesta educativa: los alumnos comparten tres años de aprendizaje, convivencia y trabajo conjunto. Colaboran en distintas tareas, producen alimentos que consumen y mantienen un contacto muy cercano con la comunidad y las familias. Esto constituye una gran fortaleza del modelo.
¿Cuáles son los principales desafíos o limitantes que tiene la institución actualmente?
Fortalecer la formación en general —de todos los actores— y desde tempranas edades, en aspectos vinculados a la producción y la sociología rural en Uruguay, es uno de los desafíos.
Otro aspecto clave es mejorar la conectividad en el medio rural, fortalecerla y hacerla más eficiente.
¿Cómo vienen con las inscripciones para el próximo año?
Para 2026 hay mucho interés: maestras y familias se han contactado y han concurrido a conocer la escuela. Hace unos días participamos de la Expo Campanero, como lo hacemos desde hace varios años, y muchas familias se acercaron a consultar sobre la propuesta educativa y las actividades.
¿Cómo pueden comunicarse los lectores interesados con la escuela?
Por correo electrónico o teléfono: cbtacerropelado@gmail.com, 4440 2234, 098 652 035.
Felicitamos y agradecemos a Andrea y a todo el equipo de la Escuela de Alternancia de Cerro Pelado, así como a su comunidad, por el hermoso proyecto que construyeron, su compromiso y su contribución con la educación rural. ¡Les deseamos muchos éxitos en los próximos años!