Experimento de largo plazo de intensidades de pastoreo sobre campo natural en Basalto
Lic. Mag. Guaymirán Boné
Plan Agropecuario
Se realizó la reunión semestral del Grupo de Apoyo del Experimento de Largo Plazo sobre Campo Natural, en la Unidad Experimental de INIA Glencoe, en el norte del país. Esta investigación, estratégica y de visión extendida en el tiempo, se erige como un faro para la ganadería uruguaya, buscando generar el conocimiento que solo el paso del tiempo puede revelar.
La perspectiva necesaria: ¿Por qué un experimento de largo plazo?
La importancia de esta perspectiva de largo aliento (pensada para 20 a 30 años) radica en que las decisiones a corto plazo pueden ser erróneas, ya que el comportamiento de los sistemas complejos solo se revela con el paso del tiempo, tal como mostró el experimento de La Estanzuela. El experimento de Glencoe no es una investigación más; forma parte de la «Plataforma Agroambiental» de INIA, una iniciativa diseñada para ir más allá de los resultados inmediatos, ya que se tienen en cuenta los factores externos al predio, por ejemplo clima y mercados, que afectan directamente el comportamiento del sistema.
Situado en la cuenca de basalto (una vasta zona de casi 4.5 millones de hectáreas), el foco del proyecto es evaluar la intensificación del pastoreo sobre campo natural. Para lograrlo, se han instalado tres sistemas de diferente intensidad, cada uno ocupando 50 hectáreas y combinando vacunos de cría con ovinos (borregos Merino) en una relación de 2:1.

Los tres sistemas son:
- Sistema Base (Baja Intensidad): 2 potreros. (Simula una primera mejora desde el pastoreo continuo).
- Sistema Intermedio: 8 potreros. (Representa un productor que realiza cambios de potrero cada 5 a 7 días en primavera).
- Sistema Intensivo: 32 potreros. (Con pastoreo diario).
Es clave entender que el objetivo no es coronar a un «sistema ganador», sino que cada productor pueda ver reflejado su propio modelo o aspiración, extrayendo así los mejores aprendizajes para adaptarlos a su realidad particular.
El desafío del punto de partida
El experimento, que recién cumplirá 3 años en enero de 2026, aún está forjando su línea de base. Sus inicios fueron una verdadera prueba de fuego, pues enfrentó la mayor sequía de los últimos 50 años, seguida por un año «particularmente bueno» y un tercero considerado promedio. Esta variabilidad extrema subraya la necesidad de la mirada a largo plazo.

Una innovación crucial: La gobernanza
Una de las fortalezas más significativas del proyecto es su gobernanza, materializada en el Grupo de Apoyo. Este grupo no es solo un auditor, sino un socio activo compuesto por productores referentes, técnicos privados, investigadores de INIA, técnicos del Plan Agropecuario (que participó desde el diseño del proyecto) y extensionistas de otras instituciones.
El grupo se reúne semestralmente (además del intercambio remoto), y su rol es vital:
- Ayudar y cuestionar: Enriquecen la investigación al asistir en la toma de decisiones y al «cuestionar» constructivamente las propuestas del equipo científico.
- Aterrizaje a la realidad: Aportan el fundamental «cable a tierra», introduciendo la visión práctica y pensando en cómo se llevarían los resultados a una escala comercial, incluyendo la dimensión económica.
- Consenso: Aunque el intercambio es «muy franco» y predomina la discrepancia, se logran consensos que permiten que la investigación avance con solidez.

Para instituciones de extensión como el Plan Agropecuario, esta participación es imprescindible, asegurando que los valiosos aprendizajes no se queden en la estación experimental, sino que fluyan hacia la comunidad productora para su difusión y adaptación.
La caja de herramientas: variables y reglas de manejo
El objetivo del experimento es una medición integral: no solo de la productividad, sino también del impacto ambiental y económico en el mediano y largo plazo.
Para evaluar y ajustar el manejo, se analizan indicadores clave como:
- Atributos ambientales: por ejemplo el nivel de carbono en el suelo.
- Producción animal: La Condición Corporal (CC) de la vaca de cría, la evolución del peso vivo y los kilos de ternero y lana producidos.
- Producción Forrajera: La altura de forraje y cómo cambian las comunidades de pasturas en los diferentes sistemas.
- Capacidad de Carga Animal.
Reglas clave para la toma de decisiones
Las decisiones más importantes, como el ajuste de carga en otoño, se toman dos veces al año utilizando reglas basadas en información concreta:
- Condición corporal (CC) de la vaca: Es una herramienta de manejo simple pero potente. Se fijan umbrales, como el de CC 4 para la vaca al momento de parir, sirviendo de guía para el manejo.
- Altura de forraje: Es la medida indirecta crucial para gestionar a los animales y a las pasturas simultáneamente.
- Umbral Mínimo: La meta es no bajar de 4 cm de altura, buscando un promedio ideal de 6 cm.
- Altura Ideal: Mantener el forraje entre 6 y 10/12 cm ofrece el mejor balance entre la tasa de crecimiento de la pastura y la calidad de forraje que el animal puede cosechar.
- Deferimiento (Reserva): Se reservan áreas en dos momentos clave: de otoño a invierno y de primavera a verano. La reserva primavera-verano es vital (15% a 20% del área), enfocándose en pasturas como Canutillo y Paspalum para trasladar forraje de buena calidad y mitigar el déficit estival.
La evolución de la carga: Una prueba de fuego
Actualmente, los tres sistemas se han diferenciado respeto a su carga, lo cual es esencial, ya que la subdivisión sin un aumento de carga no tiene sentido productivo. Se ha aumentado la carga en tres ocasiones desde el inicio, y los valores actuales son:
Sistema | Vacas de Cría | Borregos Merino |
2 potreros | 25 | 50 |
8 potreros | 30 | 60 |
32 potreros | 35 | 70 |
Los investigadores son claros: la verdadera respuesta a la intensificación se observará cuando el clima ponga a prueba estos sistemas, especialmente ante la llegada de una nueva sequía. Es en esos momentos críticos donde el experimento de largo plazo mostrará la resiliencia y las capacidades reales de cada modelo de manejo.
El Experimento de Glencoe es una inversión de tiempo y esfuerzo que está construyendo, con cada medición, una hoja de ruta más clara y sostenible para el futuro del campo natural en suelos de Basalto.