Herramientas que contribuyen a determinar la carga animal por unidad de superficie

Ing. Agr. Ariel Asuaga

Asesor privado.

Ing. Agr. (MPhil) Raúl Bermúdez

Ing. Agr. (Dr.) Roberto Docampo

Investigadores retirados

Ing. Arg. Jorge Bianchi

Productor ganadero, Asesor privado.

La ganadería representa un alto valor económico, social y ecológico para Uruguay, siendo su principal recurso nutricional el campo natural y sus mejoramientos. La determinación de la carga animal por unidad de superficie es la variable de manejo más importante, y tiene una alta incidencia sobre la evolución de esos recursos.

El campo natural, al ser un alimento de bajo costo y con alta capacidad para recuperarse de ciclos climáticos adversos, es un recurso forrajero estratégico. Con frecuencia, los sistemas ganaderos se orientan a maximizar la productividad sin tener en cuenta su sustentabilidad. Por lo tanto, el uso racional y sostenible del campo natural y sus mejoramientos constituye un factor determinante en la economía de los establecimientos ganaderos en el largo plazo.

En un marco de sustentabilidad productiva, social y ambiental, tanto a nivel nacional como mundial, cada vez se hace más necesario redefinir los sistemas ganaderos pastoriles para que integren aspectos de productividad, éxito empresarial y cuidado ambiental.

La Capacidad de Carga

Uno de los principales parámetros que un productor ganadero pastoril debe conocer es la capacidad de carga (CC), es decir, el número máximo de animales por unidad de superficie que permite alcanzar un objetivo productivo, bajo determinado sistema de pastoreo, en un período determinado, sin deteriorar el recurso forrajero. Por lo tanto, definir la capacidad de carga es la principal medida ecológica de manejo del pastoreo.

A pesar de ello, es relativamente escasa la información disponible acerca de su variación entre los diversos recursos forrajeros que se utilizan, entre años, y entre áreas de manejo (potreros). Si bien escasos, los autores de los estudios existentes reportan un exceso generalizado en la carga ganadera (superior a la CC), asociado principalmente a los cambios en el uso del suelo, a la disminución del stock ovino y al uso de suplementación. Este exceso de dotación puede generar consecuencias negativas en la producción física y en el ingreso económico de los establecimientos, además de deteriorar a la pastura y aumentar las emisiones de gases de invernadero sin contrapartida productiva.

Para el Instituto Plan Agropecuario (IPA), la variable de manejo del campo natural más importante es la carga. Si el productor se equivoca groseramente en su ajuste, los efectos no pueden ser corregidos a través de otras variables, como por ejemplo, un cambio en el método de pastoreo. Por ello, es una de las decisiones más importantes y más difíciles que el productor debe tomar, ya que las consecuencias de lo acertado o no de la determinación de la carga se reflejarán tanto en la condición del campo o su “estado de salud”, así como también en el estado de los animales. Es en ese contexto que el IPA maneja el concepto de “carga segura” refiriéndose a “un promedio de las diferentes dotaciones que puede soportar un campo, entre estaciones y entre años, en un periodo de tiempo”. Implica que “cuando se mantiene un número de animales mayor a la capacidad de carga durante un tiempo prolongado (varios años), se da una situación de sobrecarga que rompe el equilibrio entre la composición de especies y la producción animal, degradando la pastura y, por lo tanto, disminuyendo la capacidad de alimentar el rodeo sobre esta base forrajera a largo plazo”.

Para los Ings. Agrs. Ariel Asuaga y Mercedes Berterretche (1), el compor-tamiento estacional del campo natural junto a la variabilidad climática llevan a que cobren especial relevancia las estrategias sistémicas asociadas a suplementación, mejoramientos, transferencia de pasto, reserva de potreros, pasturas intensivas estratégicas y prácticas ganaderas que no lo presionen con sus requerimientos nutricionales en los momentos de déficit de forraje. En su trabajo de investigación, manejan el concepto de “carga sostenible” equivalente al de carga segura definido por el IPA. Ésta más bien es una carga de bajo riesgo, dado que hay años en que no se puede sostener. El concepto de carga segura es el de aquella carga que el campo ha podido sostener siempre a lo largo del tiempo.

A los conceptos de carga sostenible y carga segura se puede agregar el de carga máxima, es decir aquella que nunca pudo superarse en determinado ambiente.
Para definir los valores de carga sostenible, segura y máxima es preciso contar con datos objetivos de productividad de forraje de aproximadamente 25 años, para lo cual hoy disponemos de seguimientos forrajeros satelitales de enorme utilidad.

Más allá del concepto de carga que más se adecue, se considera relevante continuar generando conocimiento para una mejor gestión del campo natural, en particular de los sistemas que incluyen campo natural mejorado, dada su enorme contribución a la mejora de la productividad de forraje y también por la recuperación productiva de lugares degradados, procurando sistemas que garanticen la estabilidad de los recursos forrajeros.

Para estimar la carga, la tasa de crecimiento (TC) de una pastura es la variable más significativa y es directamente proporcional a la cantidad de radiación fotosintéticamente activa absorbida por el tapiz (RFAA). Para calcular la TC, mediante sensores remotos es necesario disponer del dato de RFAA y de un factor de eficiencia (EUR) en el uso de dicha radiación; es decir, cuánto crecimiento existe dada una determinada absorción de radiación por parte de la vegetación. Mediante cortes de biomasa a campo y estimaciones del índice de vegetación realizadas con sensores manuales o remotos es posible calibrar el parámetro EUR para un tipo de vegetación determinado.

El objetivo de este trabajo fue estimar este parámetro en un campo natural, primero restablecido naturalmente luego de una degradación por agricultura y mejorado mediante fertilización e introducción de leguminosas sin laboreo. La idea original fue ajustar mediante un dato “in situ” de EUR, la información suministrada para el establecimiento La Alborada por parte del seguimiento forrajero satelital “iPASTO”, ofrecido por el IPA.

La hipótesis fue que es pastura podía tener una EUR diferente a la usada en el seguimiento del IPA.

Para estimar la fracción de radiación absorbida por las plantas y así poder calibrar la EUR para ese mejoramiento específico, se utilizó un radiómetro manual (Green Seeker), el cual realiza una medición del NDVI similar al medido mediante información satelital.

¿Cuál fue el trabajo?

El trabajo se desarrolló en el establecimiento “La Alborada”, ubicado en la colonia Jefferies, sobre el camino al Paso de la Laguna (km 298,5 de la ruta nacional Nº 17), departamento de Treinta y Tres (33°13’49.09″S – 54°14’42.56″O).

Se seleccionó un potrero de 30 hectáreas con una cobertura de Lotus uliginosus Schkuhr cv. Grassland Maku realizada en el 2006 sobre un campo natural degradado por agricultura esquilmante. Antes de la siembra de la cobertura, el campo tuvo un lapso de restablecimiento natural durante 10 años en el que alcanzó un estado de baja productividad muy alejado del estado original del campo natural correspondiente a ese ambiente. A partir del 2012 se inició un proceso de fertilización fosfatada regular con un manejo del pastoreo controlado, lo cual contribuyó a mejorar las condiciones físicas, químicas y biológicas del suelo (Brunosol Éutrico Típico, Grupo CONEAT 12.11), así como también lograr una elevada producción de forraje.

De acuerdo al relevamiento fitosociológico realizado por el Ing. Agr. Marcelo Pereira en el año 2023, las especies de mayor abundancia y cobertura son Lotus uliginosus Schkuhr, Paspalum dilatatum Poir, Lolium multiflorum Lam; Lotus angustissimus L y Steinchisma hians (Elliot) Nash.

El sistema ganadero del establecimiento es de invernada, con un manejo del pastoreo consistente en tiempos flexibles de utilización y descanso, manteniendo siempre remanentes generosos de 8-12 cm de altura de forraje. La carga animal promedio registrada durante el estudio fue de 1,07 UG ha-1.

En las 30 ha del potrero, con el fin de representar su variabilidad, se distribuyeron seis jaulas de exclusión del pastoreo (0.8 x 0.40 m) para corte de biomasa.

En cada jaula se fijaron cuatro cuadros de 20 cm por 40 cm; dos de ellos se cortaron al ras para medir el forraje disponible y los otros dos se dejaron sin cortar. Luego del período de crecimiento (aproximadamente 45 días) se cortaron los cuatro cuadros al ras midiendo el crecimiento en los cuadros cortados y sin cortar, promediando el crecimiento medido en ambas situaciones. Para la evaluación siguiente, al azar se seleccionaba un nuevo sitio de ubicación de la jaula y se repetía el procedimiento de corte al ras de dos de los cuadros.

Se realizaron siete cortes de biomasa entre el 19 de julio de 2023 y el 4 de junio de 2024.

La determinación de materia seca se realizó en horno microondas de acuerdo al procedimiento establecido por Cozzolino (2018).

Para estimar la fRFAA (fracción absorbida de la radiación incidente) se midió el NDVI con el sensor manual Green Seeker en el entorno de las jaulas. Se tomaron 45 mediciones en todo el período, estimándose mediante interpolación los datos entre dos registros sucesivos.

La RFA (radiación incidente) se tomó de los seguimientos forrajeros procesados por el LART para el Proyecto “Uso sostenible del campo natural”. Dicho dato proviene de información meteorológica y tiene escasa variación en el tiempo.

La fRFAA (fracción absorbida de la radiación) se estimó utilizando la ecuación formulada por Pellegrini et al. (2019) para Green Seeker:

fRFAA = – 0,29 + 1,5 * NDVI

La RFAA (radiación fotosintéticamente activa absorbida) se estimó mediante la ecuación:

RFAA = fRFA * RFA

La calibración de la EUR se calculó de dos formas: modelo lineal de regresión entre la tasa de crecimiento (TC) estimada en los cortes de biomasa y la radiación absorbida (RFAA) y cociente entre la tasa de crecimiento y la RFAA.

¿Qué resultados se obtuvieron?

Mediante un procedimiento estadístico (regresión lineal) se determinó la relación entre la tasa de crecimiento (TC) estimada con los cortes de biomasa realizados y la radiación absorbida estimada usando el Green Seeker e información meteorológica. Se obtuvo el modelo de calibración:

TC = 0,52*RFAA 0,07

Un primer resultado importante, es que el modelo de calibración de iPasto (TC = 0,5803 x NDVI – 0,4327), suministrado por el Ing.Agr. Alejandro Terra, del IPA, se encuentra dentro del intervalo de confianza del modelo de calibración desarrollado en La Alborada; dicho de otra forma, no hay diferencia significativa entre ambos.

En el cuadro 1 se presentan la TC real medida en los cortes de biomasa y las estimadas por los modelos de calibración (regresión La Alborada e iPasto). En la misma se puede observar claramente que las diferencias no son significativas entre los valores de todos los modelos evaluados.

Cuadro 1. Tasa de crecimiento real y estimaciones de los modelo de calibración de La Alborada y el de iPasto.

117,3020,9419,82
227,3633,8634,24
343,9040,2341,35
426,1924,3123,59
528,5624,4823,78
627,5529,6129,50
717,7516,8815,30
Promedio26,9427,1926,80

Mediante una serie temporal de un año, se logró obtener un modelo de calibración para mejoramientos de campo con alta similitud de predicción respecto al utilizado por el Instituto Plan Agropecuario en iPasto. Corresponde resaltar que el modelo también es coincidente con otras estimaciones realizadas en el país en base a cortes de biomasa realizados por Baeza et al. (2) y por el Ing. Agr. Daniel Formoso (comunicación personal).

Consideraciones finales

Este trabajo permitió cuantificar, a partir de información satelital e información de campo la tasa de crecimiento de un campo natural restablecido naturalmente luego de su degradación por un uso agrícola intensivo y mejorado con fertilización e introducción de leguminosas.

La conjunción de ambas tecnologías pone al alcance de productores y técnicos asesores herramientas para una mejor gestión de lo que el IPA señala como la variable de manejo del campo natural más importante: la carga. El sensor de mano permite estimar la tasa de crecimiento actual y el dato de iPasto sirve para analizar el crecimiento mensual, anual, estacional e histórico.

Con el instrumento de mano se puede hacer una estimación de crecimiento en tiempo real, con lo que por ejemplo y en términos prácticos, permitiría en cualquier momento medir el “tamaño del plato” y de ser necesario calcular el uso de suplementos o ajustar carga.

(1)Asuaga, A. y Berterretche, M. (Eds.). (2019). Uso sostenible del campo natural. Montevideo (UY): INIA. 228 p. (Serie FPTA-INIA; 73).

(2) Baeza, S.; Paruelo. J. y Ayala W. (2011) Eficiencia en el uso de la radiación y productividad primaria en recursos forrajeros del este de Uruguay. Agrociencia Uruguay vol.15 no.2 

Agradecimientos

Los autores agradecemos al Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), en particular al Ing. Agr. Walter Ayala, por el préstamo de las jaulas de exclusión del pastoreo con las que se realizó el trabajo. A los Ings. Agrs. Marcelo Pereira (IPA) y Santiago Halty (Asesor Privado) por el análisis fitosociológico de la pastura estudiada. Al Ing. Agr. Alejando Terra (IPA) por la capacitación en iPasto y apoyo durante la realización del trabajo. Y al Ing. Agr. Mariano Oyarzabal del Laboratorio de Análisis Regional y Teledetección (LART) por la revisión y discusión de los resultados.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *