Control de Garrapata del vacuno (Rhipicephalus microplus)

Dra. Betina Cóppola Hernández, Dra. Valentina Herrera Costabel, Dr. Mag. Rafel Carriquiry Ebbeler, Dr. Germán Álvarez Peña y Dr. (PhD) Alejandro Saravia Álvarez.

Plan Agropecuario

La garrapata en los vacunos es una de las principales problemáticas sanitarias a nivel de los establecimientos ganaderos del Uruguay, ocasionando grandes pérdidas productivas y colateralmente, poniendo en riesgo la inocuidad de los alimentos de origen animal debido a la presencia de residuos.  En este artículo se describe su ciclo, cuáles son las consideraciones a tener en cuenta para su control y se busca sensibilizar sobre la importancia de contar con un medico veterinario asesor que diseñe un plan sanitario acorde al manejo y problemática de cada establecimiento.

En Uruguay, la garrapata del vacuno, Rhipicephalus microplus, y las enfermedades trasmitidas por este parásito, denominada Tristeza parasitaria (cuyos agentes son Anaplasma y Babesia) causan grandes pérdidas económicas y complicaciones adicionales en el manejo de los sistemas. Dentro de estas, se puede destacar la pérdida de peso de los animales, lesiones en el cuero, muertes, abortos, gastos de mano de obra para realizar los tratamientos, específicos veterinarios y asistencia técnica. Además, se pone en riesgo la inocuidad de los alimentos debido a los potenciales residuos de específicos veterinarios utilizados para su control.

Los costos directos de un plan de control de garrapata en un establecimiento ganadero se han estimado en más de 8 dólares por cabeza por año (Revista del Plan 180 pág. 52). Sin embargo, planes sin ajustes técnicos adecuados pueden duplicar ese valor, por lo que el apoyo veterinario suele pagarse con el propio ahorro de costos ineficaces.

Características del ciclo de la garrapata

La garrapata tiene una fase poco variable sobre el animal (ciclo parasitario) que dura 21 días aproximadamente y una fase muy variable en el suelo (ciclo no parasitario) que puede durar hasta 13 meses. Figura 1.

Figura 1.  Ciclo biológico de la garrapata.
Figura 2.

La garrapata desarrolla su ciclo sobre el vacuno, que es el huésped de elección ocasionalmente puede parasitar ovinos, equino o animales silvestres, pero son de bajo riesgo epidemiológico.

El ciclo sobre el vacuno se inicia cuando suben desde el suelo las larvas de la garrapata.  Estas miden 0,4 mm por lo que son muy difíciles de observar.  Arriba del vacuno se fijan en zonas de piel fina (Figura 2 zona de fijación de garrapata en la vaca), se alimentan de la sangre, se desarrollan, se reproducen y en promedio a los 21 días se encuentra plenamente ingurgitada de sangre, denominándose en esta etapa Teleóginas, se desprenden y caen al suelo, iniciando la etapa del ciclo en el suelo.

En el suelo se encuentran la garrapata adulta (Teleógina), los huevos y las larvas.

Figura 3. Garrapata adulta Teleógina, poniendo huevos.

La garrapata adulta una vez en el suelo busca un refugio entre los pastos y puede estar hasta 90 días hasta encontrar condiciones favorables de temperatura y humedad para iniciar la puesta de huevos. Cada garrapata adulta puede poner entre 2000 y 4000 huevos. (Figura 3).

Figura 4. Larvas en las puntas de los pastos

Los huevos en el ambiente pueden permanecer hasta 160 días sin eclosionar, una vez que lo hacen, emerge la larva que tiene la particularidad de moverse hacia la punta de las hojas del pasto buscando mejores condiciones de temperatura y se mantienen allí a la espera de un vacuno para treparse (Figura 4) . La larva puede sobrevivir hasta 10 meses.

Teniendo en cuenta las características del ciclo de la garrapata, podemos inferir que el 95 % de la población está en el suelo y solo un 5 % de las garrapatas se encuentran en los vacunos.

Las condiciones ambientales, temperatura y humedad son los principales factores que influyen en el ciclo de la garrapata en el suelo, siendo las condiciones óptimas 27°C y 90% de humedad.

En Uruguay se dan tres generaciones de garrapatas. Figura 6.

Figura 6. Representación esquemática de las 3 generaciones de Garrapata en Uruguay. Fuente MGAP.

La primera generación va desde agosto a octubre, cuando en general hay muy pocas garrapatas en los animales (2 a 4). Esas garrapatas son la descendencia de la tercera generación (febrero a abril) que sobrevivieron a las condiciones del invierno y al mejorar las condiciones climáticas se retoman la postura de huevos y se reactivan las larvas que comienzan a subir a los animales.

La segunda generación, se da desde noviembre a enero cuando ya se pueden observar hasta unas 30 garrapatas por animal. Estas son las responsables de dar origen a las garrapatas de la tercer generación de febrero a abril, en el otoño se pueden observar muy altas cargas de garrapatas, hasta de 400 por animal. 

Cada garrapata Teleógina que cae al suelo, será responsable de dejar descendencia para la próxima generación. 

Si se hacen tratamientos correctos a la salida del invierno, a fines de julio a primera quincena de agosto, se disminuye la cantidad de garrapatas de la primer generación, también de la segunda y se llega al otoño, cuando ocurre la tercera generación con una carga controlada. Esto último facilitara realizar los despachos de tropas y movimientos de ganados que se realizan en estas fechas en muchos establecimientos criadores, cuando se venden los terneros. A su vez, cuanto mejor se controle la garrapata en este periodo, se disminuye la descendencia de garrapatas para la primer generación.

Teniendo en cuenta las generaciones, se promueve el tratamiento generacional donde se rota de principio activo entre cada generación. La frecuencia de aplicación de los tratamientos se realizará según el objetivo del establecimiento, si es control o erradicación. El uso de animales centinelas para cuantificar la carga parasitaria y evaluar el resultado de los tratamientos también es un práctica recomendada (por más información ver Rev. del Plan 180).

En el caso que el tratamiento sea para la erradicación se hacen tratamiento supresivos, teniendo en cuenta el poder residual del garrapaticida utilizado, mientras que si el tratamiento se realiza para el control, habrá un mayor intervalo y se buscará mantener una carga de garrapata que no afecte la productividad.

Tratamiento generacional:  frecuencia de tratamientos según objetivo 

  • control (disminuir su incidencia en el predio)
  • o erradicación (eliminarla).

Usar un principio activo de una familia diferente en cada generación (Figura 7).

Figura 7. Tratamiento generacional. Fuente MGAP.

Algunas consideraciones a tener en cuenta en el control de garrapata:

  • El ingreso de garrapatas a un establecimiento se da a través de bovinos parasitados  y eventualmente por arrastre de aguas.
  • Los alambrados perimetrales deben estar en buen estado para impedir el ingreso o salida de animales.
  • Cuando se realiza un tratamiento se deben tratar a todos los animales de establecimiento, incluso los ajenos.
  • Identificar los potreros del establecimiento más problemáticos y los menos problemáticos, esto será útil como medida de manejo para decidir donde se pastorean lotes que deben salir del predio, porque con el garrapaticida controlamos solo las garrapatas que se encuentran arriba del animal.
  • Tener un potrero de cuarentena para el ingreso de animales, para mantenerlos hasta los 24 días de ingresados, antes de mezclarlos con otros lotes. Se deberán monitorear una vez por semana para observar la presencia de garrapatas.
  • Se pueden utilizar 10 bovinos de diferentes categorías como centinelas para contar las garrapatas revisándolos mensualmente. Estos animales deben ser tratados igual que el resto del rodeo, pero serán revisados para ir observando la carga de garrapatas y en base a esto evaluar si es necesario realizar un tratamiento y/o evaluar la efectividad de un tratamiento. Con esta práctica se puede reducir la cantidad de tratamientos y reduciendo el riesgo de residuos en carne.
  • A los 10 días después de aplicar un tratamiento de garrapaticidas se recomienda revisar la tropa.
  • Hay que tener presente que ningún garrapaticida es repelente, no impide que se suban garrapatas al vacuno.
  • La presencia de garrapata en los vacunos luego de aplicado los tratamientos puede deberse a varias razonas:
    • Los garrapaticidas tienen diferente forma de acción, algunos son de acción sistémica (la garrapata debe ingerir el producto con la sangre) y otros actúan por contacto entre la garrapata y el producto.
    • No todos tienen la capacidad de voltear la garrapata inmediatamente e incluso algunas drogas como el fluazuron no voltean porque actúa sobre las larvas evitando que se transformen en adultos.
    • Los diferentes grupos químicos tienen diferente poder residual, concepto que se refiere al tiempo durante el cual el químico permanece activo y con capacidad de impedir el desarrollo de los parásitos. El mismo termina cuando las larvas que suben al animal y completan el ciclo, llegando a desarrollarse garrapatas adultas. No tienen poder residual los productos que se aplican en baño de inmersión o aspersión (amitraz, piretroides o las mezclas con organofosforados), las ivermectinas inyectables al 1% u otras lactonas de aplicación Pour on al 0.5%. En cambio, existen otros principios activos cuya acción residual es mayor,  como ivermectinas 3.15%, fipronil o fluazuron.
    • Es necesario realizar la operativa del baño o administración respetando las dosis, se debe conocer el peso de los animales y respetar las formas de aplicación de los productos. En los garrapaticidas que actúan por contacto, se debe tener en cuenta que la lluvia puede lavar el producto y disminuir su eficacia.
    • Otra causa por la que permanezcan las garrapatas en los animales es por resistencia al garrapaticida.  Ante la sospecha, se puede hacer un test de resistencia y saber cuáles son los principios activos efectivos en el establecimiento. Este análisis puede hacerse sin costo para el productor a través de los Servicios Ganaderos zonales del MGAP.
  • Es necesario llevar un correcto registro de los tratamientos y tener presente el tiempo de espera o periodo de carencia, este es el tiempo necesario que se debe esperar entre la aplicación de un tratamiento y el envió de animales a faena o para consumo, para evitar así la presencia de residuos en la carne.
  • La garrapata puede trasmitir hemoparásitos: Anaplasma y Babesia, que provocan Tristeza Parasitaria, sus principales síntomas son debilidad, fiebre, ictericia, anemia, orina oscura rojiza, pérdidas de peso, muerte entre las 24 y 48 horas. Ante la sospecha se debe hacer diagnóstico clínico o con apoyo del laboratorio y en base a esto, será el tratamiento recomendado por uel veterinario. Se previene mediante vacunación con Hemovacuna (más información en Rev. del Plan 134 y 179).
  • EL control biológico con hongos acaropatogénicos y las vacunas que desarrollan inmunidad específicas, que están en desarrollo en nuestro país, son muy promisorias como herramientas integradas al control químico.

El control de la garrapata en el ganado vacuno siempre es complejo, incluso es necesario una adecuada vigilancia en establecimiento que no la tiene y en el que ingresan animales. Por esto es recomendable asesorarse con un Médico veterinario que evalué la situación del problema a nivel del establecimiento, la infraestructura, mano de obra, sistema productivo, ambiente, vecinos linderos, entre otros, y diseñé con quien este a cargo del trabajo con los animales, un plan sanitario acorde para el control de garrapata. De acuerdo a nuestra experiencia los costos por honorarios profesionales suelen pagarse con el ahorro de tratamientos innecesarios o inadecuados.

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