Grupos Plan: La Diversidad como una clave del éxito
Lic. Mag. Guaymirán Boné
Plan Agropecuario
En el campo uruguayo, la diversidad es la norma, no la excepción. Aunque para algunos la imagen de los productores puede parecer homogénea, la realidad es muy diferente. Productoras y productores que trabajan predios de pequeña, mediana y gran escala; del sur, del norte, del Litoral, Este o el centro del país; quienes dedican su vida de lleno al campo y aquellos que combinan su labor rural con otras ocupaciones. Todos forman parte del mosaico que es el agro uruguayo. Y en ese contexto, los Grupos Plan del Instituto Plan Agropecuario se han convertido en un espacio donde esa diversidad se encuentra, comparte y aprende.
La diversidad que enriquece

Los Grupos Plan son instancias donde productores de distintas realidades se agrupan para intercambiar experiencias, apoyarse y mejorar de este modo sus sistemas productivos y tomar decisiones que tiendan a lograr este objetivo. Estos grupos no discriminan por el tamaño del predio ni por la zona geográfica, permitiendo que en un mismo grupo puedan convivir productores de predios pequeños con menos de 50 hectáreas, hasta aquellos con grandes extensiones de más de 1000 hectáreas. Y lo interesante es que, lejos de ser una limitante, esta variedad de experiencias se transforma en una verdadera riqueza para todos los participantes.
Darwin Rodríguez es productor criador del departamento de Treinta y Tres e integrante del Grupo Sexta Sección, pero en el grupo participa en representación de otro establecimiento del cual es operario rural: «Aporto desde mi experiencia y trato de aprender en cómo mejorar, cómo cuidar un campo natural, cómo realizar una pradera, cómo hacer algún destete, hacer algún flushing»
Este intercambio, como en el caso anterior en el que el operario pone a disposición su experiencia o en casos donde la geografía y el tamaño del predio son apenas datos de contexto, se vuelve fundamental para el desarrollo y la mejora continua de los sistemas productivos. Y es que, sin importar si se está produciendo en la cuenca lechera del sur o en las sierras del norte, los desafíos muchas veces son los mismos: el clima, la gestión de recursos y la rentabilidad, por mencionar algunos.
Nicolás Dávila es productor de Sauce del Queguay en Paysandú e integra el Grupo RioPay, hace muy poco tiempo que comenzó a producir en sociedad con sus hermanos en el norte, ya que comenzaron esta actividad en el departamento de Canelones. «Vimos una oportunidad grandísima (al participar en el grupo) como para conocer la zona, que la gente nos empiezan a conocer y aprender de la gente con experiencia. Nosotros somos del sur, los sistemas productivos son bastante distintos que acá en el norte.»
El campo, más que una ocupación
Otra característica que destaca en los Grupos Plan es la variedad en las ocupaciones de los productores. Algunos de los miembros dedican el 100% de su tiempo al campo, mientras que otros combinan su labor rural con actividades en la ciudad, o incluso fuera del país. Esta mezcla de roles genera una dinámica única en los grupos, donde las visiones y enfoques son múltiples y enriquecen la discusión.
Beatríz Matho, es productora en Pirarajá, Lavalleja, realiza ciclo completo en casi 1.000 hectáreas: “Somos ocho mujeres con unas características muy raras, tres contadoras, dos abogadas, una técnica agropecuaria, entonces eso también suma la discusión grupal”.
La combinación de productores que viven exclusivamente del campo con aquellos que tienen otras fuentes de ingreso es un reflejo de la realidad rural del país. Este fenómeno, lejos de ser una debilidad, es una fortaleza que impulsa la adaptación, la innovación y la capacidad de resiliencia de los sistemas productivos.
Reflexión final
En definitiva, los Grupos Plan han demostrado ser mucho más que un simple espacio de intercambio técnico. Son una plataforma donde la diversidad de productores, ya sea por el tamaño del predio, la zona geográfica o la ocupación, enriquece a todos los participantes. Porque en el campo, no hay una única forma de producir. Cada experiencia cuenta, cada mirada suma. Y es precisamente en esa diversidad donde radica la fuerza de estos grupos.
Como bien dice Juan, productor del litoral: “Lo lindo de los grupos es que, por más que todos estemos en cosas distintas, al final, todos estamos en la misma: queremos mejorar, aprender y salir adelante en este campo tan desafiante”.