Enfermedades respiratorias en bovinos
Dra. Betina Cóppola
Plan Agropecuario
Dr. Agustín Romero
Dilave, Treinta y Tres.
En las enfermedades respiratorias en bovinos, (también denominado complejo respiratorio bovino) participan varios virus, bacterias y otros agentes. Causan pérdidas económicas en sistemas de producción lechera, en recría y engorde de vacunos de carne. La intensificación de los sistemas productivos, manejos que generen estrés, y eventos climáticos adversos son algunos de los factores predisponentes. Pueden prevenirse controlando factores de riesgo y con un adecuado plan sanitario.
¿Qué es la enfermedad respiratoria en bovinos?
Es una enfermedad infecciosa y contagiosa, de curso agudo a crónico, que afecta al aparato respiratorio.
Los agentes infecciosos, que pueden estar actuando son virus (Rinotraqueitis infecciosa bovina, Diarrea Viral bovina, Parainfluenza virus y Virus sincitial respiratorio), bacterias (Pasteurella multocida, Mannheimia haemolytica, Histophilus somni entre otras), parásitos pulmonares (Dytiocaulus viviparus), hongos y otros agentes. Se transmiten principalmente por contacto directo entre animales infectados, por aerosoles y vía oral.
Para la manifestación de la enfermedad deben coincidir factores ambientales (manejo, estrés, alimentación), del individuo (edad, estado corporal e inmunitario) y la acción de los agentes infecciosos (virus, bacterias y parásitos).
¿Cuáles son los factores que predisponen a la aparición de las enfermedades respiratorias?
Dentro de los factores predisponentes están los manejos y/o prácticas que generan estrés en animales.
El estrés se define como la situación donde el animal sale de su zona de confort, ocasionado por múltiples causas. Los animales de producción constantemente son sometidos a distintos cambios (en el ambiente, de lote, de alimento, arreos, encierres, etc.), lo cual crea la necesidad de que tengan que adaptarse a estos cambios, generando estrés.
Por ejemplo, para el ternero el destete, es uno de los momentos más estresantes en su vida, y a su vez muchas veces coincide este, con la castración y/o con el momento que son trasladados largas distancias a otros establecimientos, lo que acentúa más el estrés.
Predisponen también las condiciones climáticas de otoño e invierno, días de temporales, con falta de abrigo en los potreros y deficiente drenaje del suelo.
Otros factores predisponentes son los cambios bruscos de alimentación, el polvillo de las raciones y fardos, condiciones de hacinamiento en corrales de destete o encierre o situaciones de pastoreo con alta densidad de animales, y mezcla de lotes de diferente origen.
Cuando se desencadena el cuadro de la enfermedad se afectan las defensas naturales del bovino, afectando la capacidad de barrido que presentan las mucosas de las vías respiratorias que les permite eliminar partículas extrañas.
¿Qué categorías son más susceptibles?
Pueden ser afectados bovinos de diferentes edades, pero los más susceptibles son los terneros luego del destete y durante la etapa de recría. En los sistemas de engorde a corral (feddlot) se puede presentar durante los 2 meses del ingreso al corral.
¿Cuáles son los síntomas?
Los animales presentan mal estado en general con inapetencia, depresión, cabeza y orejas caídas, lomo arqueado, y fiebre (temperatura rectal superior a 40°)
Los síntomas específicos son dificultad respiratoria, los animales adoptan una posición para respirar con el cuello estirado y la boca abierta, salivación excesiva, tos, corrimiento nasal y ocular. El cuadro clínico se puede agravar, ocasionando la muerte en cuestión de una semana. La recuperación luego del tratamiento nunca es completa, pudiendo haber recaídas; los animales quedan con secuelas a nivel pulmonar, presentando cuadros de debilidad, mal estado general, son animales con baja conversión y retraso en el desarrollo, generalmente son animales con menor desarrollo con respecto a los compañeros del lote.
¿Cómo se diagnóstica?
El diagnostico a nivel de campo se puede hacer en base a datos de antecedentes sanitarios, historia del lote afectado, teniendo en cuenta factores ambientales, síntomas clínicos, ecografía de pulmón y necropsia.
En la necropsia las principales lesiones se encuentran localizadas en el aparato respiratorio. Se puede observar a nivel de faringe y tráquea, la presencia de secreciones y/o espuma. En pulmones se presentan lesiones compatibles con cuadros de neumonía, observándose secreciones muco purulenta, adherencias, si está afectado por parásitos pulmonares pueden encontrarse allí, y otras lesiones, que afectan el intercambio gaseoso y generan los síntomas descriptos anteriormente. (Ver fotos 2 ,3 y 4).
Para confirmar el mismo, se puede apoyar en el laboratorio mediante análisis de sangre, histopatología, análisis microbiológicos, parasitarios y otros exámenes.
¿Qué impacto productivo tienen?
Genera pérdidas económicas, que en casos más severos se relacionan con mortandad de animales y cuando la enfermedad tiene un curso más crónico, las pérdidas son más a largo plazo como menor eficiencia de conversión y retraso del crecimiento de los animales afectados. Además de los costos que se generan por los tratamientos, mano de obra y honorarios profesionales.
Tratamiento y prevención
Ante la aparición de animales afectados se debe separar los animales enfermos y dejarlos en un potrero ¨confortable¨ con abrigo, dormideros secos, con acceso al agua y pastura de calidad. Los tratamientos a instaurar dependen de los síntomas clínicos, pero en general consisten en hidratación del animal, administración de antibióticos, antinflamatorios, antihistamínicos y antiparasitarios. Si se dispone de análisis microbiológicos se puede llegar a determinar cuáles son los antibióticos más efectivos para realizar los tratamientos.
El control y prevención, debe contemplar los factores de riesgo, con el objetivo de, atenuar aquellos factores predisponentes., planificación y ejecución de las diferentes prácticas de manejo animal como forma de disminuir el estrés, .En sistema de cría artificial correcto calostrado del ternero, evitar condiciones de hacinamiento, contar con zonas de abrigo y dormideros secos en los potreros, evitar mezclar lotes de animales de diferentes orígenes, siendo recomendable en estos casos tener potreros de cuarentena para el ingreso de animales externos al predio para poder monitorearlos antes de mezclarlos con otros lotes, etc. Se recomienda tener un plansanitario adaptado al sistema productivo del establecimiento, donde se incluya un plan de vacunación para prevenir las enfermedades respiratorias, por todo lo mencionado es necesario asesorarse con un Médico veterinario para tener un abordaje completo de las medidas a implementar en cada establecimiento.
Material consultado
Radostits, O y col.1999, Medicina Veterinaria, 9na edición, Ed.McGraw Hill Interamericana. Cap. Enfermedad respiratoria bovina 983-993.
Odeón, A. 2018, Enfermedad respiratoria bovina ¿Qué es posible hacer para su control?.
Timsit, E. 2021, Microbiota del tracto respiratorio del ganado de carne y su rol en la salud respiratoria en XLVIII Jornadas Uruguayas de BUIATRÍA.
Crucci, JM, 2021, Evaluación de la respuesta al tratamiento de terneras con neumonía mediante seguimiento clínico y ultrasonográfico, Tesis de grado Facultad de veterinaria, UdelaR.